Una mirada crítica a las nuevas formas de entretenimiento

Abstract

La recreación viene siendo reconocida como un campo de saber (Carreño et al., 2014; Osorio Correa, 2019; Peralta-Antiga, Medina-Valencia, Osorio-Correa y Ciria, 2015) que se consolida gracias a las reflexiones e investigaciones que se vienen desarrollando en América latina a partir de prácticas sociales reconocidas hoy como un derecho en Colombia que se encuentra de manera específica en la constitución política en su artículo 522 Congreso (1991). Las prácticas recreativas como un fenómeno social, están precedidas, como se ha dicho, de todas aquellas formas de entretenimiento que puedan reconocerse a lo largo de la historia (Verdú et al., 2003). Atreviéndonos a plantear el recreo humano como la forma en que los pueblos han constituido junto con sus acciones de supervivencia, otro tipo de actividades que les han permitido el mantenimiento de formas y acciones que constituyen aquellos elementos para fortalecer las relaciones sociables existentes de acuerdo con Buenaventura (2015). Este tipo de prácticas (recreativas) al ser leídas desde la producción, tienden a menospreciarse en tanto terminan identificadas como marginales al ser reconocidas como inservibles; sin embargo, es necesario reconocer que también Kant desde la racionalidad occidental catalogó a estas acciones y prácticas como fuera del ámbito moral en tanto no pertenecían al sentido y el sentido estaba vinculado a lo moralmente correcto (Han, 2018).